Capítulo anterior: https://gary-d-crowley.blogspot.com/2020/10/13-contraataque.html
Año 2049. Mediodía.
Durante los
dieciséis años que duró el régimen amenista en Colombia, ellos buscaron
convertir al país sudamericano en un bastión del amenismo. Para ello, las
iglesias, financiadas desde Bogotá, y tomando ventaja del hecho de
que más del 70% de la población del país profesaba la fe amenista, se
expandieron de forma agresiva por todo el país, llegando al extremo de usar la
fuerza para llevar a cabo su versión de la «Palabra de Dios».
Para este
propósito, en el año 2033 se creó la Legión de Amen, un grupo
paramilitar secretamente financiado por el gobierno nacional, cuyo propósito
era fomentar la conversión de aquellos colombianos que se rehusaban a seguir la
fe amenista. Este grupo contó con el apoyo de los
gobernadores afines al régimen teocrático, así como de la poderosa Casa
Morales, coordinadora de las congregaciones amenistas de Colombia.
La Legión de
Amen perpetró toda clase de atropellos contra todos los que consideraban sus «enemigos
de fe» como los ateos, agnósticos, simpatizantes de izquierda, la comunidad
LGBTI, y en especial los arxoristas, quienes sufrieron intimidaciones, asesinatos y desplazamiento forzado,
situación que eventualmente se extendería a los amenistas moderados y personalidades de la derecha que estaban en contra del radicalismo. Aunque
hubo condenas de parte de organizaciones internacionales, estas ya no contaban
con el poder suficiente como para ejercer presión sobre el gobierno, por lo que
los atropellos continuaron en la impunidad.
Cuando el pueblo
colombiano, hastiado de la violencia y de la creciente pobreza, provocada por
el recrudecimiento del conflicto armado, votó contra el régimen amenista en
el 2046, una de las prioridades del gobierno de Edward Salazar ha sido el
desarmar a la Legión de Amen, declarándola un grupo terrorista. En respuesta,
los departamentos aun controlados por amenistas —Bolívar, Cesar, Sucre y los Santanderes—
han declarado su apoyo a este grupo armado, así como los paramilitares de
Istvan Halász, creando una situación de inestabilidad que amenaza la existencia
del mismo estado colombiano.
Por tal razón,
la resistencia que Xitlali y su horda zombi han encontrado en estos pueblos ha
sido feroz. Unidades de la Legión de Amen y paramilitares leales a Halász se
han movilizado rápidamente, ralentizando su avance, aunque por el momento no
han logrado detenerlo. Tras la destrucción de Magangué, ella y su ejército de
no muertos han cruzado el río Cauca, desembarcando en la isla Margarita, la
isla fluvial más grande de Colombia, extendiendo su estela de destrucción hacia
los municipios de Cicuco, Hatillo de Loba, Margarita, San Fernando, Talaigua
Nuevo y Mompox, donde ella se ubica actualmente.
—Gracias tío
por enseñarme como repararme a mí misma. Después de que me dispararan tantas
veces, era molesto ver como esas chispas salían de mi cuerpo y empezaban a
dañar mis funciones motoras —dice Xitlali, mientras va soldando los últimos
agujeros de bala recibidos a lo largo de su invasión con un fino rayo de plasma.
Aunque aparentemente
está hablando sola, Protogion instaló un dispositivo de comunicación en su
cabeza, con el que puede llamar a cualquier número telefónico del mundo con tan
solo marcarlo mentalmente, además de que puede grabarlos en su disco duro, por
si quiere llamarlos de nuevo.
—Gracias,
sobrina —responde encantado el nephila—. Veo que estás más a gusto con las
modificaciones que hice en tu cuerpo. Aun así, deberías tener cuidado. Aunque
tu cuerpo es más resistente, si recibes tantos disparos, podrían desactivarte.
Xitlali ríe
con timidez:
—Seguro —ella
contempla las gruesas garras metálicas de sus manos y pies—. No pude recibir
mejor regalo de vos desde que regresé de México. Con ese receptor de mitegia
que me instalaste, puedo acumular más mitegia para mis hechizos; mi
endoesqueleto es más resistente y liviano; mis extremidades son mucho más
fuertes; sin contar que mi piel artificial se regenera cada vez que cierro un
agujero en mi armazón. Y no te preocupés, que tendré más cuidado de ahora en
adelante.
De hecho, la
nicaragüense ahora se encuentra sobre un edificio de Mompox, una ciudad de 46
mil habitantes, cuyo centro histórico es una buena representación de los
pueblos pequeños de la era colonial, que ella observa con una mezcla de
admiración y tristeza, al verlos en ruinas por los violentos combates entre su
horda de zombis y la Legión de Amen, por lo que ella pregunta:
»Por otro
lado, es muy triste lo que esos amenistas están haciendo por todas partes. El
Barón me contó que esta ciudad solía ser muy pacífica, pero los fieles de
Cardozo expulsaron a punta de pistola a todos los no amenistas, dejando a
miles sin hogar.
—No te culpo,
Xitlali —expresa Protogion—. El amenismo es una institución surgida
de las maquinaciones del Emperador y mi hermano, Kekyrios de Chi Nikíforos. El que adoptaran una doctrina anticientífica y radical los
pone en las antípodas de nuestros ideales. Si ellos ganan, hundirán a toda la
Tierra en el dogma religioso, el atraso, la ignorancia y la obediencia ciega.
—¿De modo que
somos los únicos que nos oponemos al embrutecimiento de todos los habitantes de
la Tierra?
—Efectivamente.
Aunque el
amenismo surgió como un medio de protesta a partir de los excesos del Imperio Romano, en el
Siglo I, cuando Roma adopta esta religión como la oficial, el nephila Kekyrios de Chi Nikíforos, al ver su rápida expansión por todo el mundo,
decide copar los liderazgos de las congregaciones más grandes con sus
agentes, los cuales «bendijeron» estas organizaciones con fuertes inyecciones
de capital atlante. Gracias a este apoyo, se expandieron agresivamente por todo
el planeta. No obstante, su éxito ha venido ligado a su progresivo coqueteo con las expresiones más
reaccionarias e intolerantes de la sociedad.
La
explicación de su tío motivó otra pregunta de parte de su sobrina:
—¿Y cómo
entra el tetradeísmo en todo esto?
—¡Borra ese inmundo
término de tu disco duro, Xitlali J-30 Heigui! —demanda Protogion, simulando
un ademán de seriedad.
—¿Por qué? —la
nicaragüense pregunta con incredulidad.
—Porque es
incorrecto —aclara el nephila, riéndose desde sus adentros—. Arxorismo
es el nombre real de nuestra religión, el único nombre que debes tener en
cuenta al respecto.
Atendiendo la
sugerencia, Xitlali literalmente borra la palabra «tetradeísmo» de su banco de
memoria, reemplazando su significado con la expresión aprendida de mano de su
tío. Hecho esto, analiza el extraño término y dice:
—Está hecho,
tío. He purgado ese inmundo término de mi sistema. Pero ¿qué clase de palabra
es arxorismo?
El nephila
sonríe tímidamente por unos segundos, ya que no puede creer que su sobrina haya
tomado sus palabras de forma tan literal, al tiempo que agradece que ella no
pueda ver las muecas forzadas que hace para mantenerse serio y proseguir con la
explicación:
—Esa palabra
viene de arxäran[1],
palabra del nialín que puede traducirse como «religión mágica».
—¿Nialín? Esa
es la lengua en la que Axtreion se comunicaba con los demás nephilim.
—Si, querida
sobrina. El nialín es la lengua de mi especie, legada a partir de nuestros
ancestros, los ainírs, ángeles que vinieron del espacio hace más de veinte mil
años por mandato de los Dioses Brujos, a enseñarnos magia: la ciencia de
hacer posible lo imposible.
Xitlali cae
en cuenta que, si los nephilim son los descendientes de los ainírs, los
precursores de la magia, explicaría el origen del inconmensurable poder que les
ha permitido durante milenios, hacerle creer a la humanidad que ellos se
trataban de auténticos dioses.
—Interesante
explicación, tío, pero ¿por qué estos… Dioses Brujos se molestarían en
enseñarnos a usar un poder tan grande como la magia?
—Los Dioses
Brujos no son como ese falso dios del amenismo que demanda sumisión de sus
seguidores. La sola práctica de la magia agrada a El Cuarteto. Ellos comprenden
que el conocimiento es poder, así que nos han legado el conocimiento máximo,
para que seamos nosotros mismos los dueños de nuestro propio destino. El
arxorismo es la religión del libre albedrío, donde tú misma puedes dar
forma a tu propio destino, bajo tus propias reglas. —explica
Protogion con una convicción tal que raya en el fanatismo.
La convicción
de su tío ha tocado la consciencia de Xitlali, quien vislumbra como es el
conflicto entre el Imperio de la Atlántida y la Orden del Libro Verdadero: un
conflicto entre el orden extremo y el caos positivo del libre albedrío.
Aclarando sus
dudas en este concepto, la nicaragüense lleva la conversación hacia otro rumbo:
—Tengo
entendido que esta religión llama a sus dioses El Cuarteto. ¿Quiénes son
Ellos y a qué se dedican?
—Verás
Xitlali, los dioses del arxorismo controlan cada una de las cuatro fuerzas
fundamentales de la naturaleza: Nishji’tar controla la Fuerza Gravitacional;
Eir’tári domina la Fuerza Nuclear Débil; Kasau’kar controla la Fuerza Nuclear
Fuerte y; el poder de Mitaos’tarái reside en la Fuerza Electromagnética. La
magia permite controlar estas fuerzas a una escala que nos da el potencial de
torcer las leyes del universo a nuestro antojo.
La
explicación de Protogion le resulta interesante a su sobrina, quien dibuja una
leve sonrisa en su rostro y dice:
—Es la
primera religión que podés explicar por medio de la ciencia. Me gusta.
Protogion ríe:
—Exacto. Y
eso es lo que nos diferencia de las demás religiones. Sus ritos son un salto al
vacío de la ignorancia y una renuncia total de la razón; pero el arxorismo es
como la ciencia: es real, creas o no en él.
—Interesante.
Pero desde que has mencionado la relación entre el arxorismo y la ciencia, me
he estado haciendo esta pregunta: ¿Cómo los Dioses Brujos influyen en la magia?
—Te daré unos
ejemplos para que te hagas una idea: el poder de Nishji’tar nos permite alterar
la gravedad, haciéndonos lo bastante ligeros como para volar por los aires; el
poder de Eir’tári desintegra la materia, dándonos la facultad de tomar el
mitegia de la Fuente de la Magia; la fuerza nuclear fuerte de Kasau’kar es lo
que mantiene cohesionados los átomos de la materia, y nos permite resistir el
flujo de mitegia sin que nuestros cuerpos exploten por la energía adicional que
reciben; y la fuerza electromagnética de Mitaos’tarái es lo que nos permite
manipular las partículas del mitegia y darles la forma que queramos.
Sorprendida
por el hecho de que la explicación sobre la magia de su tío parece más una
clase de física cuántica que de artes místicas o teología, la nicaragüense solo
atina a decir un escueto «Vaya».
»Por supuesto
que sus poderes tienen muchas más aplicaciones y existen millones de hechiceros
consagrados a uno solo de los Dioses Brujos, pero lo que dije ilustra que las
cuatro fuerzas fundamentales en conjunto son necesarias para que la magia
funcione.
Xitlali se
queda en silencio unos segundos, analizando la información recabada y concluye:
—Así es como la
magia se convierte en la ciencia de hacer posible lo imposible. Tío, sos
muy inteligente, quisiera aprender más de vos. ¿Alguna vez te he contado que de
niña quería ser científica?
Un destello
de felicidad se posa en el alma de Protogion:
—¡No tenía
idea! Pero, si quieres saber más de ciencia, llegaste a la persona indicada. Te
confesaré algo: de todos mis muchachos, nunca pensé que serías tú, descendiente
del idiota de Axtreion, quién querría seguir mis pasos.
Una de las
mayores decepciones de los padres es que sus hijos no sigan sus pasos, en
especial si el camino que les ofrecen ha estado marcado por una estela de
éxitos. Aunque Protogion es quizás el científico más talentoso sobre la faz de
la Tierra, ninguno de sus hijos, tanto biológicos como adoptados, ha demostrado
el mas mínimo interés en la ciencia; todos ellos han exhibido la vocación
guerrera de Yehua, su madre. Por ello, el saber que su sobrina e hija
putativa ha sido la única de su familia que comparte la misma pasión que él, es
una revelación que lo llena de mucha felicidad.
—Será todo un
honor aprender de vos. No se si alguien te lo ha dicho, pero sos el mejor tío
de todo el mundo —sentencia Xitlali, igualmente alegre de tener la oportunidad
de retomar el camino que Axtreion y su familia truncaron, y para colmo, de la
mano del traidor más odiado de la Atlántida, quien corresponde los halagos con
un muy sincero «Gracias, Xitlali».
»Dicho esto,
hay algo que he querido preguntarte desde que nos conocimos.
—Puedes
preguntarme lo que sea. —responde Protogion. Él sabe cual es la duda que atañe
a su sobrina, quien, con una sonrisa, pregunta:
—¿Cuál es el
plan de los jefes? Creo que después de todo lo que he hecho, me he ganado el
derecho de saber algo ¿no crees?
Esa era la
pregunta que Protogion estaba esperando, por lo que se queda en silencio por
varios segundos. No obstante, a sabiendas que se trata de una línea segura, su
interlocutora es prácticamente su hija y, como ella misma lo dice, se ha ganado
con creces su confianza tras traicionar al Clan de la Atlántida y consolidar su
lealtad a la Orden del Libro Verdadero, decide romper su silencio:
—El Emperador
de los Atlantes es actualmente, el hechicero más poderoso del mundo. No hay ser
vivo sobre la faz de la Tierra que pueda tener una oportunidad de derrotarlo. Las
religiones monoteístas del mundo han sido creadas por él como instituciones
destinadas a saciar su ego.
—¿De modo que
el concepto de dios único es obra del Emperador?
—Así es,
Xitlali. Cuando los humanos rezan a su Dios, no rezan a un anciano
sentado en un trono sobre las nubes o algo por el estilo: le rezan al Emperador,
quien además los influencia a que se maten en su nombre, mientras él está en su
santo teatro privado muriéndose de la risa. —el nephila explica con cierta
rabia en su corazón.
Esa
revelación deja una duda en Xitlali:
—Si el
Emperador recibe las oraciones de sus súbditos ¿entonces él es un Dios?
Protogion
ríe:
—Para nada.
Si es un ser muy poderoso, que ha aprendido a convertir las oraciones de los
fieles en fuerza gracias a su magia, y que podría subyugar a todos los
nephilim él solo. Pero al igual que sus subordinados, él no es un dios;
solo pretende serlo.
—De modo que
él es el amo del mundo en la sombra. Pero, y si es tan poderoso ¿por qué no ha
venido él mismo a matarnos a todos? —pregunta Xitlali, mientras apunta con su
dedo a una extraña luz a quinientos metros de distancia.
Ella lanza un
disparo de plasma hacia la luz desde la punta de sus dedos. Su blanco resultó
ser un francotirador, posado sobre un edificio y que no tuvo el cuidado de
ocultar el reflejo del sol sobre la mira de su rifle, por lo que recibió un
rayo de plasma que hace explotar su cabeza, desparramando su materia gris sobre
la azotea del edificio que le servía de guarida.
—Resulta que
el Emperador está tan confiado en ganar, que detener a sus enemigos él mismo le
resulta muy aburrido. Así que envía a los nephilim a que hagan el trabajo
sucio por él.
—¿Y cual es
el plan para vencerlo?
—No obstante,
si existe un ser con el poder suficiente para matarlo: Ximéria, la Madre de los
Ráukars.
Xitlali se
ajusta los lentes en señal de incredulidad:
—Jamás había
oído ese nombre.
—Es apenas
normal, ya que los atlantes borraron su nombre de los anales de la historia.
Ximéria era una hechicera con un poder inmenso que, entre otras cosas, era
capaz de convertir a cuatro hechiceros en poderosos guerreros mágicos,
dotándolos de poderes que fortalecen enormemente los que ya poseen.
—¿Esos… cuatro
guerreros mágicos son los Jinetes del Apocalipsis?
—Así es,
Xitlali —confirma Protogion—. Los jerarcas de la Orden del Libro Verdadero
quieren ese poder para recolectar los siete fragmentos de su alma, los cuales
están en manos del Clan de la Atlántida. Una vez tengan los fragmentos, deberán
implantarlos en el cuerpo de Ximéria, para así revivirla y que ella destruya al
Emperador.
—Es una
responsabilidad muy grande. Aunque aun no entiendo por qué elegiste a Sebastião
como tu reemplazo. Creo que André podría hacer un mejor trabajo que él.
—Por eso le
pedí al Zar Carmesí que le diera la misión de buscar a Istvan Halász.
Esa
revelación tomo por sorpresa a Xitlali:
—¿Vos me
estás diciendo que mandar a André a por el general Halász fue tu idea? ¿Sabés
que él ahora está en la Federación Amazónica y que Sebastião y Xäphía fueron
por él?
Protogion
siente una leve inflexión en la voz de su sobrina; está preocupada por la
suerte de sus primos y podría jurar que ella piensa que ha sido muy imprudente
el enviarlos a una misión tan peligrosa. Por tal razón, él explica:
—Estoy
consciente del gran peligro que conlleva esa misión. No obstante, es una prueba
de fuego que determinará quién es el más indicado para reemplazarme en el
ritual.
Lo dicho por
su tío genera una epifanía en la nicaragüense:
—¿O sea que
vos me habés puesto a prueba a mí también?
—En efecto,
querida sobrina. Se que tú también tienes capacidades para reemplazarme, razón
por la cual le pedí a El Barón que te diera la misión de acabar con Xiomara
Cardozo. No obstante, solo uno de ustedes tres será el ganador.
—¿Por qué no
tuviste en consideración a Dalila y Lucia?
Protogion
hace una pequeña pausa antes de responder, ya que le cuesta responder esa
pregunta:
—Aunque los
amo a ustedes cinco por igual y estoy convencido de que todos están para cosas
grandes, debo reconocer que esas dos no están hechas para mandar: Dalila es una
chica muy rebelde e inmadura y; aunque Lucia es lista, es demasiado sumisa para
ser la Jinete de la Guerra. El que André las convirtiera en poderosas
hechiceras dispuestas a hacer lo que sea por él, es algo que hasta a mí me
impresiona.
Xitlali
reflexiona sobre las palabras de su tío y concluye que Dalila y Lucia no se
sentirían cómodas en una posición de liderazgo; lo de ellas es ir a las líneas
del frente sin preocuparse por las vicisitudes de mandar, labor que han dejado
exclusivamente en André, quien ha moldeado, directa o indirectamente, las
personalidades de ambas y a su vez, ha desarrollado una confianza absoluta en
las capacidades de sus compañeras, formando un equipo sólido que con el tiempo,
podrían llegar a tener el potencial de vencer a un nephila.
»De todas
maneras —concluye Protogion—, El Barón me dijo que…
Ella quisiera
seguir hablando con su tío, pero una explosión inusualmente grande llama su
atención, así que se despide:
—Tío, algo ha
pasado. Me mantendré en contacto. Xitlali J-30 fuera.
La nicaragüense
toma el báculo con el que controla la horda zombi, se pone de pie y vuela a
toda velocidad hacia la explosión, ubicada a un kilómetro y medio de distancia,
a orillas del río Magdalena.
Al llegar al
sitio, queda sorprendida con el nivel de destrucción que presencia: todo, desde
personas a edificios, a lo largo de doscientos metros alrededor de un joven que
la espera, ha sido vaporizado por completo, dejando un espacio yermo alrededor
del perpetrador.
Al notar su
presencia, el joven habla:
—Jum, cuando
el amo Axtreion me dijo que vos habías asesinado a nuestra familia, no me lo
creí. Pero al verte aquí, sirviendo al traidor de Protogion, me convencí de que
ya no eres de los nuestros, Juliana.
Ese nombre le
trae recuerdos amargos a Xitlali:
—Estás
desactualizado, Misael. Juliana Velásquez ya no existe.
Él se lleva
la mano a la cara y ríe descontroladamente, hasta que, tras casi un minuto,
dirige una mirada sádica a Xitlali con sus inhumanos ojos dorados:
—Como quieras.
No tendré consideración contigo, hermana.
El joven que
se ha puesto en guardia es Misael Velásquez. De 16 años y nacido en Nicaragua,
es el hermano menor de Juliana Velásquez, la actual Xitlali J-30. De contextura
delgada, su chaqueta blanca, con capucha que cubre su pelo azul turquesa,
pantalones ajustados de color negro con líneas decorativas blancas y tenis
negros, denotan a un joven que gusta verse a la moda, incluso a la hora de
pelear. Sin embargo, la camisa con el emblema de la Casa Velásquez empastado en
el pecho, visible tras su chaqueta abierta, revelan su intención de matar a la
traidora que diezmó a su familia.
—La Casa
Velásquez nunca la tuvo conmigo. Nos han convertido en algo que nunca quisimos.
Xitlali alza
su báculo y, atendiendo a su llamado, miles de zombis rodean por completo a
Misael y como si se tratase de una manada de bestias hambrientas de carne fresca,
se abalanza hacia él.
Pero esto no preocupa
al invasor:
—Solo a ti,
Juliana.
Misael
extiende sus brazos y crea una fuerte onda expansiva que vaporiza a todos los
zombis cerca suyo, dejando sorprendida a Xitlali, quien pregunta:
—¿De dónde
sacaste ese poder? No recuerdo que pudieras usar magia. Tampoco que te gustara
pelear.
—El amo
Axtreion modificó mi cuerpo, dándome implantes cibernéticos como los tuyos.
También alteró mi mente, dándome una mejor… disposición para pelear. Y no soy
el único.
Antes de que
Xitlali exigiera más información, Misael da un fuerte puñetazo al piso,
haciéndolo estallar justo en los pies de ella, quien es mandada a volar más de
doscientos metros de distancia, pero antes de caer de espaldas da media vuelta
en el aire y posa sobre sus extremidades, lo cual no evita que, debido a la
gran velocidad con la que fue lanzada, patine por media cuadra, teniendo que
usar sus garras para asirse al pavimento.
Mientras se
levanta, Xitlali ve a Misael caminar con parsimonia hacia ella y, comprendiendo
que esta podría ser una batalla complicada, se dice a sí misma:
—Muy bien,
imbécil. Si querés pelea, llegaste al lugar indicado.
Ella hace
desaparecer sus lentes y crea una serie de esferas de agua alrededor de su
enemigo, las cuales se transforman en potentes rayos de agua comprimida.
En vez de
esquivarlos, él choca sus puños, generando una fuerte explosión alrededor de su
cuerpo para disolver las partículas de agua y seguir su marcha.
Xitlali
cambia de estrategia: acumulando electricidad de sus manos, dispara dos potentes
rayos de plasma contra su enemigo. Pero él los contrarresta con un puñetazo
cargado de mitegia rojo, el cual hace estallar el ataque hasta desintegrarlo.
—¿Eso es lo
mejor que puedes hacer? —declara Misael, mofándose maliciosamente de su enemiga
y seguro de su victoria.
Pero Xitlali
no se rinde:
—Oh, no tenés
idea.
Ella crea una
corriente eléctrica alrededor de su propio cuerpo, pero en vez de lanzar un
ataque, desaparece de la vista de Misael, quien no nota cuando su enemiga se
desplaza a la velocidad del rayo para reaparecer a sus espaldas, usa su pie,
con forma de garra de águila, para asir su nuca, golpeando su cabeza contra el
piso varias veces para castigarlo con una violenta descarga eléctrica, mientras
aplasta furiosamente su rostro contra el piso.
Cuando los
millones de voltios generados por Xitlali amenazaban con desgarrar sus músculos
y disolver su endoesqueleto, Misael acumula rápidamente mitegia rojo hasta generar
una fuerte explosión alrededor de su cuerpo que hace volar a Xitlali casi un
kilómetro, hasta que cae en una serie de casas abandonadas que se derrumban al
recibir el peso de su cuerpo.
Impetuosamente,
ella destruye los escombros sobre ella con una descarga de mitegia, se levanta
y se eleva para encontrar a su enemigo, quien velozmente la recibe con un
puñetazo, tan fuerte que crea una onda expansiva que destruye todo edificio endeble
a trescientos metros a la redonda, del cual se defiende cruzando los brazos…
—¿Cómo es
posible?
Para su
desconcierto, ella no solo se mantiene de pie, sino que no hubo ninguna
explosión. ¿Cómo hizo para contrarrestar su poder?
—Tardé en
darme cuenta de como funciona tu magia, Misael, pero tras verla en acción
varias veces, aprendí que usás el mitegia para crear un aura cargada de
neutrones que divide los átomos de todo lo que tocan, creando esas explosiones.
Fue entonces cuando se me ocurrió hacer lo mismo para destruir los neutrones de
más y contrarrestar tu magia. ¿Con que así es como funciona el poder de
Kasau’kar?
La Fuerza Nuclear
Fuerte es la fuerza fundamental dominada por Kasau’kar y la cual mantiene los
átomos cohesionados, pero cuando los átomos son alterados, esto los fuerza a
dividirse, liberando esta fuerza fundamental y provocando una explosión. Tras
concluir que el poder de Misael fuerza a los átomos a dividirse, Xitlali usó el
mismo principio que aplica su magia para evitar su división.
No obstante,
la mención de la Diosa Bruja enoja a Misael:
—¡No
menciones el nombre de ese demonio en mi presencia!
Una sonrisa
emerge en el rostro de Xitlali:
—¿Te negás a
admitir que el poder que usás viene de los Dioses Brujos?
Pero Misael
frunce el ceño y, como si se negara a admitir que ella tiene razón, replica con
rabia contenida:
—Para
nosotros, el Emperador es nuestro único Dios y todos los que se nieguen a
aceptarlo, deben morir. Aceptás su gracia, o muere.
Analizando
los gestos de su enemigo, Xitlali descubre que los seguidores del Emperador,
aunque son conscientes de que el poder que usan proviene de los Dioses Brujos,
se niegan a reconocer esta verdad; ellos insisten en la creencia de que el
monarca atlante es el dios que vela por el destino del mundo, una creencia tan
fuerte para ellos que están dispuestos a imponerla por la fuerza al mundo entero,
al costo que sea. Esto le resulta tan repulsivo a ella que replica:
—Estás
delirando, Misael. Tu falso dios no ganará esta guerra.
Él se cubre
de una intensa aura carmesí, al tiempo que exhibe una furia asesina hacia la
traidora:
»¡El
Emperador es el Dios y protector de este mundo! ¡Así ha sido siempre, y será
por toda la eternidad!
Misael se
lanza hacia ella, a tal velocidad, que no logra contrarrestar su aura
explosiva, recibiendo de lleno un violento puñetazo, cuya explosión no solo
destruye todo en un radio de quinientos metros, sino que también la dispara
fuera del pueblo hasta hundirla directamente en el río Magdalena.
Como su
cuerpo está hecho de metal sólido, Xitlali se hunde como un bloque de plomo
hasta el fondo del río. Con cada metro que desciende en las turbias aguas y la
fuerte corriente la aleja de Mompox, ella misma empieza a sentir la
desesperación de encontrarse contra un enemigo que empieza a ponerla contra las
cuerdas:
—Si no cambio
de estrategia, me va a matar.
_________________________________________
En ese
instante.
La Federación Amazónica y el Perú son los únicos países de Suramérica que no pertenecen a la esfera de influencia brasileña. Es, además, el tercer país más grande
de la región, además de ser el único donde la religión arxorista está prohibida.
No obstante,
debido a las milicias de la Orden del Libro Verdadero, entrenadas por El Barón,
se ha generado un conflicto armado en el joven país cuya intensidad está
aumentando progresivamente. Un conflicto en el que André, Dalila y Lucia han
entrado a participar como invitados de honor:
—¡Tiemblen!
¡Tiemblen! ¡Que les llegó La Diabla, hijueputas! ¡Fuerza Demoníaca: Belial[2]!
Dalila
desciende de los cielos, envuelta en llamas, hasta caer sobre una corveta de la
armada amazónica, haciéndola estallar en mil pedazos, y cuya explosión termina
por destruir todo a cincuenta metros de distancia, incluyendo una parte
sustancial de las casas a orillas del río Orinoco.
Tras la
explosión, ella vuela a toda velocidad hasta elevarse a los aires y cual
meteoro cubierto en llamas desciende hacia el interior de la ciudad, a echarle
mano a las milicias rebeldes entrenadas por El Barón y quienes luchan contra el
ejército amazónico y los paramilitares de Halász, dejando su característica
estela de destrucción y muerte por donde pasa.
Desde arriba,
André y Lucia observan los combates urbanos que se desarrollan en la ciudad de
Tucupita, ciudad de 210 mil habitantes, antigua capital del estado de Delta
Amacuro y ahora capital del distrito homónimo, en la Federación Amazónica. Esta
es una ciudad que podría catalogarse de «pueblo grande», ya que aparte de
algunos edificios de más de 20 pisos y sedes administrativas, no hay signos
notables de progreso en la ciudad. Mientras contemplan los feroces combates que
han destruido partes importantes de la ciudad, Lucia pregunta:
—André, entiendo
que ayudar a nuestras milicias es importante, pero ¿qué no se supone que
deberíamos ir a Puerto Figuereido?
—Es cierto
muñeca —responde el vampiro con una sonrisa pedante—. Pero tomamos esta parada
por varias razones: Tucupita fue la capital del estado de Delta Amacuro hasta
que el gobernador decidió huir de la guerra civil venezolana y unirse a la
Federación Amazónica en 2031. Desde entonces, esta ciudad ha servido como
centro de entrenamiento para los ejércitos paramilitares que operan en Colombia,
Ecuador y Perú, avivando el estado de guerra que plaga esta parte del mundo y
que le permitió a la Federación Amazónica crecer a su tamaño actual.
La Federación
Amazónica no llegó a convertirse en el tercer país más grande de Sudamérica
solo por medio de las armas. Durante su expansión, llevada a cabo entre 2030 y
2035, Colombia y Venezuela padecían diversos grados de inestabilidad
interna, lo cual influyó a que las autoridades de las regiones amazónicas de
esos países se unieran al nuevo estado, el cual, tras ganar una guerra de
independencia contra Perú, contaba con unas perspectivas de desarrollo mucho
mejores, un gancho que ha usado para expandirse y convertirse en un criadero de
grupos paramilitares que plagan toda la región.
—¿O sea que
en esta ciudad entrenaban los hombres de Halász?
—Así es,
Lucia. Capturar Tucupita debilitará a sus ejércitos de paramilitares, además de
ser un aliciente moral para nuestras milicias, demostrando que pueden llegar a
ser una amenaza muy real contra el régimen de Iquitos.
Lucia le
sonríe con malicia y concluye:
—No encuentro
fallo en tu lógica.
En ese momento,
ambos son alertados por una explosión a pocos kilómetros de distancia. De la
misma surge un lilim de quince metros de alto, con forma de dragón bípedo, con dos
cabezas sin ojos, ataviado en armadura plateada con bordados dorados, alas emplumadas
e inexplicablemente, su barriga tiene un rostro humano con ojos de lilim. Una
observación más detallada revela un halo místico rodeando su cabeza, una
apariencia que parece haber sido inspirada en los ángeles que aparecen en los pasajes
más oscuros y terroríficos de la Biblia.
Dalila observa
al extraño ángel y, sin dejarse intimidar por éste, entabla combate contra él,
volando a su alrededor para evitar sus ataques y atacándolo con potentes
llamaradas, mientras su risa demencial risa motiva a André a decir:
—Lo cual me
recuerda, no vinimos hasta acá solo para que Dalila se lleve toda la
diversión ¿o sí?
Lucia
responde con una sonrisa maliciosa:
—Tenés toda
la razón. Vamos a echarle una mano.
Mientras
ellos se desplazan a ayudar a Dalila, el lilim golpea a la vampiresa con una de
sus garras, con tanta fuerza que la estrella contra varios edificios hasta
detenerse en una casa de tres pisos que le cae encima.
André y Lucia
se miran las caras con preocupación y mientras le ordena a ella que distraiga
al lilim, él va al rescate de Dalila.
Para sacar a
la vampiresa de la pila de escombros, su compañero usa su magia de hielo para
congelarlos y, con el chasquido de sus dedos, convertirlos en escarcha. De esta
forma ve que ella aún se encuentra viva:
—¿Estás bien?
Con algo de
dificultad, Dalila se levanta y, exhibiendo gran excitación por encontrarse con
un oponente poderoso, exclama:
—¡Estoy mejor
que nunca! —y cubre su cuerpo en un aura de fuego.
Aliviado de que
está bien, André estira sus brazos y dice:
—Perfecto, porque he estado esperando todo el viaje a encontrarnos con alguien digno
de ser atacado con todo nuestro poder.
Mientras
observa a Dalila respirando pesadamente y a Lucia teniendo problemas para
detener al lilim, pese a que éste ha recibido varios rayos de luz de lleno,
André, más allá de sus alardes, empieza a preocuparse y cae en cuenta de que, si quiere cumplir con el
objetivo de matar al general Halász, deberá ser más prudente a la hora de
escoger sus batallas.
Capítulo siguiente: https://gary-d-crowley.blogspot.com/2020/11/15-tres-frentes.html
[1] En nialín, la «ä» se pronuncia como una «o» cerrada,
por lo que la palabra se pronuncia aproximadamente como arxoran.
[2] De acuerdo con el Ars Goetia, Belial es un rey
del infierno, conocido como «señor de la arrogancia», que se cree que fue
adorado en la ciudad de Sodoma y en los manuscritos del Mar Muerto, aparece
como el general de las tropas infernales en la batalla del fin del mundo.